martes, 12 de marzo de 2013

¿Pueden asumir pequeños propietarios y agricultores los costes de la modernización del regadío en Calasparra?

Aunque se quieren vender las bondades de este proyecto de modernización de regadíos del embalse del Argos en Calasparra (Murcia), el tema de fondo es que para un parte importante de los propietarios de pequeñas superficie, o superficie repartida en la comunidad de regantes, tiene escaso interés una obra de este tipo. Los motivos son diversos, aunque parece que nadie ha querido preocuparse de en qué consiste la oposición de fondo a este proyecto.


a) Absoluta falta de garantía sobre la inversión que se va a realizar. Por ejemplo sobre el proyecto que se va a ejecutar, el mantenimiento de la actual acequia y sistema de riego tradicional, la no necesidad de realizar inversiones para llevar el agua a su parcela, o el coste final del proyecto.

b) Escasa liquidez por parte de agricultores o propietarios muchas veces de edad avanzada y que disponen de suficiente tiempo libre.

c) Destino de la propiedad a pequeños huertos, ocio, o/y simplemente segunda residencia, con lo que el regadío no aporta demasiado beneficio.

d) Riesgo de quedarse sin la acequia, que siempre es una forma segura de regar con unos costes relativamente asumibles y bajos, y desde luego conocidos.

e) Expropiación de derechos históricos y por tanto pérdida del valor de parcelas con riego a voluntad según escrituras que vienen de muy antiguo (dicha expropiación sin ningún tipo de indemnización).

f) Elevado riesgo de dejar en herencia a sus descendiente una larga deuda que puede desembocar no solamente con la pérdida de la tierra por embargo a un banco si hay que endeudarse, sino incluso con la pérdida de la vivienda de viuda y herederos. Estos embargos y pérdida de vivienda han provocado ya por suicidio bastantes muertos en el país y es un tema que hay que tomarse muy en serio, especialmente por personas que puedan ser descendientes (no solamente por los comuneros o por quienes apoyen el proyecto, políticos incluidos). A una persona de edad avanzada un problema de estos le puede provocar serios problemas de salud.

g) Otras cuestiones ligadas a los potenciales beneficios que tiene el riego a manta sobre el riego por goteo en determinadas parcelas, algo que el agricultor intuye pero que quizás no sabe explicar, sobre la calidad de ciertos productos. En parte ello se debe al efecto del tratamiento salino en el riego que induce un mayor dulzor y aromas por estrés temporal sobre el tomate y otros cultivos. Es bien reconocido que la calidad de los cultivos en la huerta del Argos es notable y superior a la de otras vegas  con aguas de menor salinidad.

h) Escasas garantías que el proyecto tenga un coste superior al que se plantea, ya que no es la comunidad quien lo contrata directamente con una empresa, y que al final acabe como otras muchas obras públicas, multiplicado.

i) Dudas razonables acerca del coste del agua y del mantenimiento de la infraestructura, que muchos intuyen van a pagar ellos en mayor medida que los grandes propietarios, y desde luego les va a salir más caro que una simple monda de la acequia, además de que parte del atractivo de su huerta tradicional (diferencial competitivo en un mundo globalizado) desaparece.

¿Alguien tiene alguna sugerencia más?

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